Fer y Ado

El feriado.

Un festejo de la re concha de su madre. No importa la razón, siempre nos ponemos contentos cuando se avecina alguno.

Pero no hablo de los feriados como Navidad o Año nuevo. Que siempre terminas haciendo lo mismo. Te juntas en una casa con la familia, o en el caso de familias con padres separados lo festejas con gente rara, dentro de la cual figuran viejos con bigotes graciosos, ex-rugbiers, o primas hyper lejanas que zafan bien. Comes una gran variedad de comida, te sentís un poco mal durante 25 minutos y arrancas a tomar birra y champagne. Ahí es cuando empezas a hacerte el boludo y arrancas a chupar hasta que estás mas en pedo que tu amigo, para así poder llamarlo y decirle: "Estoy re en pedo man, te juro me tome 2 birras con mi hermano, una botella de champu solo y 2 tequilas con mi abuela" (Del otro lado del teléfono el chabón balbucea algo similar al mismo tiempo que le hablas). En fin, te ponés recontra en pedo (festejando el nacimiento del niño Jesús), después te juntas con los pibes, seguís tomando y partís para una fiesta con gente en pedo, en un lugar con olor a pedo. Pedo, pedo.

Hoy en día, lastimosamente, mi trabajo diario no me permite tomarme feriados Argentinos, porque laburo con USA MEN. Y solamente puedo tomármelos cuando los come-hamburguesas festejen los suyos. Por un lado es bueno, y por otro es una verga. El bueno es porque un día X en el que todos tengan que laburar podés gozarlos y sentirte cool por un buen rato. Pero, es una verga cuando está todo el mundo feliz y unido comiendo asados en quintas, mientras vos analizas números al lado de un gordo narigón.

Hace poco me tocó uno de estos feriados "Buenoverga", y nada salió tal como lo planee. Como todos iban a tener su feriado el día lunes (feriado Argentino) yo decidí pedírmelo el día viernes anterior. Solo por bronca y para poder tener un fin de semana largo al igual que todos, aunque todo adelantado en un día. Pensé que la había hecho increíble. Que la gente iba a pensar: "Que grande este chabón, la tiene clarísima; Se pidió un feriado el viernes y va a poder hacer una banda de cosas, hasta se puede ir al Parque de la Costa". Pero en definitiva no fue así.

En su momento intenté planear un par de cosas. Puedo irme a un lugar abierto a disfrutar el día, pensé. Pero no tengo country ni quinta y mis amigos pudientes que disponen de algo por el estilo, estaban ganándose el pan. Entonces me decidí en hacer cosas más accesibles, como irme a comprar algo, aprovechar para investigar y tratar de que se me ocurra la mejor idea de negocio del mundo, y por sobre todas las cosas dormir sin parar.

Pero dormí poco, elegí mal qué y donde realizar mi compra, y estuve lejos de siquiera pensar en tener una idea copada de negocio. Al márgen de esto, el momento que más me shockeo del día fue el interín entre la compra de mi nuevo celular y la vuelta hacia mi casa.

Al no poder comprar mi celular por no ser el titular de la cuenta, tuve que irme hasta el microcentro a que un amigo -titular de la cuenta- me compré el celular como si fuese mi tío. Y la experiencia fue alucinante. Un trámite que se podría haber hecho en 10-15 minutos duró 40. Creo que fue un poco culpa nuestra también, porque aunque nos quejáramos un poco de la atención que estábamos recibiendo, había una divina trabajando ahí que nos brindó unos maravillosos 30 minutos, aprox.

Solamente había que confirmar la compra y meterle el gancho, pero Adrián, un fiel empleado de la empresa Personal, no pegaba una pobre. Me cayó de pelos, pero era cuasi-estúpido el chabón. La mejor eh! Pero que pelotudo loco... Igual siempre pasa lo mismo, es como que sin siquiera pensarlo tenés que quejarte y decir: "Es una paja hacer trámites, encima viste como labura la gente que te atiende. No se puede creer che". Y ya vas con esa mentalidad al trámite, por ende es imposible irse conforme. Creo que la solución es no pensar más en forma negativa e ir a hacer trámites como si fuese un plan de la re concha de la lora, hasta conseguir que sea como ir con una gorra de los NY Yankees al Solar de la Abadía a los 14-15 años a tomarse un daiquiri sin alcohol, y jugar a los fichines o al bowling.

Minuto 36 del trámite viene la divina y nos trae el recibo de la tarjeta de crédito y algunos papeles más para que firmemos. A esa altura ya estábamos tanto yo como mi amigo con una novela cual "Celeste siempre celeste" en la cabeza, o algo un toque más porno. No me quedan dudas que los dos estábamos pensando: "OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO, que buena estáaa la puta madreeee. Seguro está conmigo. Uuhhh que buena está! Le tiro algo copado así siento que gané zarpado". Mi amigo labura a dos cuadras de esa oficina, seguramente volverá por más, o no.

En fin, dejé a mi amigo en el laburo y me fui para una super oficina a buscar dos entradas para un partido de fusssbol. Yo estaba vestido muy cool, pero poco apropiado para un ambiente laboral. Era mi feriado, y me tuve que fumar que viejos, viejas y duendesdebajodelamesaderecepción me miraran con cara sospechosa. Al rato de llegar, bajó un pibe de traje, me miró mal, y me dio un apretón de manos como si diciéndome: "Así es como se saluda en este ambiente; Es obvio que envidias mi corbata de seda azul". Me dio las entradas, y rajé.

Fui a buscar mi auto al estacionamiento de a dos cuadras y cuando lo enciendo siento que arranca como un gordo en los 100 mts llanos. Y pienso: "Ya fue, no pasa nada, mi auto se la re banca MAL". Y después de 10 cuadras de puro Microcentro, al compás de un temazo de Juan Luis Guerra, empieza a salir humo del capó sin parar. Lo único que estaba pensando era "por favor que no explote todo", mientras un viejo tachero me miraba y movía su cabeza con un gesto de: "No puede ser, que negligentes los jóvenes de hoy en día". Que querés que haga viejo, se me pinchó la BOMBA DE AGUA, que creo que es peor que pinchar las cuatro ruedas de una. Llego de pedo a una SHELL y empecé a ensuciar todo el piso con lo que chorreaba del auto; Parecía un insesante moco aguoso de Shrek.

Luego, llamo al ACA para poder comenzar a fumarme una espera de 55-60 minutos hasta que llegue la grúa. Lo cual implicó en que me liquide 7 cigarrillos al hilo, ver pasar durante mucho tiempo gente caminando apurada y con cara de trabajo, y finalmente poder gozar de un pequeño descanso de 10 minutos dentro de mi auto viejo, triste y debilitado.

Por suerte después disfrute de una amena charla con el conductor del remolque, acerca de la falta de hambre de gloria que tienen los jugadores de fútbol de hoy en día: "Jugadores eran los de antes"; Me lo dijo unas 4 veces. Esta es la típica frase que sirve como medida para darse cuenta de cuando uno está viejo y juzga la realidad actual, enfátizando y glorificando las hazañas logradas durante su época. A todos nos va a pasar, pero por ahora hay que reirnos de ellos y de su infaltable frase.

Llego a casa, y ya eran las 6, mi supuesto horario de salida laboral.

Mi feriado ya era cosa del pasado y yo había sido víctima de un descanso corto e insatisfactorio; De un proceso de compra de un celular que solo generó sospechas acerca de si el señor que me atendió estaba fumado o no; De una novela protagonizada por una rica chica que disponía de un piercing excelentemente ubicado; De un episodio lamentable con mi auto, que me dio todo en la vida y me daba la espalda justo en mi super feriado; Y de duendes y viejos que juzgaron mi forma de vestir.

Lo que me quedaba era disfrutar de ese sábado y domingo como si tuviese un finde largo común como todos. Por desgracia ya se me había pasado la etapa buena de mis feriados de yankilandia y me restaba disfrutar de la parte verga de los mismos cuando el lunes me encontraba laburando solo mientras todos comían pollo con la mano, riendo y cantando.

Sin mucho más que esto, Tu vieja.